Cuando tenés un emprendimiento podés dedicar muchas horas por día para llegar a hacer un poco de todo. Sos el que produce, el que saca fotos, el que responde mensajes, el que publica en las redes, el que compra materiales, los traslada y los prepara, el que parece un pulpo dirigiendo una orquesta :)
Bueno, en medio de todo ese lío, que te gusta pero no deja de ser un maremoto en el medio de tu casa están los que viven con vos. En nuestro caso, nuestros amigos perrunos, que se han bancado largas jornadas de trabajo mientras esperaban con todo su amor que les demos sus mimos y toda la atención que se merecen. Sam, Pancha, Luz y Julio han estado a nuestro lado mientras fabricamos piezas: en el torno, en moldes, amasando o por chorizos, nos han acompañado en las horneadas de fuego directo hasta la madrugada, nos han esperado con toda su alegría a que volviéramos de vender en la playa o la feria y nos han recibido con todo su amor. Se han bancado y se bancan todo lo que nos demanda este proyecto nuestro, siempre firmes y compañeros. Se merecían el más dulce de todos los post que pudiera dedicarles. Les dejo unas imágenes de los 4 acompañándonos en esta locura llena de barro y fuego.
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